Que es un Dogma de Fe
En la Iglesia católica, un dogma es un artículo de fe
definitivo (de fide) que ha sido promulgado solemnemente por el colegio de
obispos en un concilio ecuménico o por el papa al hablar en una declaración ex
cathedra, en la que el magisterio de la Iglesia presenta una doctrina
particular como necesaria para la creencia de todos los fieles católicos. Por
ejemplo, el dogma cristiano afirma que la resurrección de Jesucristo es la
verdad básica de la cual se deriva la salvación y la vida para los cristianos.
Los dogmas de fe regulan el lenguaje, cómo se debe creer y comunicar la verdad de la
resurrección. Un dogma de fe es solo una pequeña parte de la fe cristiana, de la que
deriva su significado. Un dogma de la Iglesia Católica se define como "una
verdad revelada por Dios, que el magisterio de la Iglesia declaró como
vinculante". El Catecismo de la
Iglesia Católica dice:
El Magisterio de la Iglesia afirma que ejerce la autoridad
que tiene de Cristo en toda su extensión cuando define dogmas, es decir, cuando
propone, en una forma que obliga a los católicos a una adhesión irrevocable de
la fe, verdades contenidas en la Revelación divina o también cuando propone, de
manera definitiva, verdades que tienen una conexión necesaria con estas.
El dogma también puede pertenecer al cuerpo colectivo de las
enseñanzas y doctrinas dogmáticas de la Iglesia. Los fieles deben aceptar con
la fe divina y católica todo lo que la Iglesia presenta como una decisión
solemne o como una enseñanza general. Sin embargo, no todas las enseñanzas son
dogmas. Los fieles solo deben aceptar esas enseñanzas como dogma si la Iglesia
las identifica de manera clara y específica como dogmas infalibles. No todas
las verdades teológicas han sido promulgadas como dogmas. Un principio de la fe
es que la Biblia contiene muchas verdades sagradas, que los fieles reconocen y
están de acuerdo, pero que la Iglesia no ha definido como dogma. La mayoría de
las enseñanzas de la Iglesia no son dogmas. El cardenal Avery Dulles señaló que
en las 800 páginas de los documentos del Concilio Vaticano II, no hay una nueva
declaración por la que se reclama la infalibilidad.
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